Dance usted:

la cultura del dance y la dance culture


Vamos a centrar el tema en la danza de hoy en día y acercarnos al fenómeno de Aragón con su riqueza tradicional, partiendo de la relación entre música y danza.

Música y Danza vibran con la misma pulsación, como expresa acertadamente Jean-Michel Guilcher : "Por lo general, el bailarín tradicional lleva en sí música y movimiento como dos aspectos de una misma realidad. Para él la danza es música a la vez que movimiento, música sentida, irradiada, extendida por todo el ser. El movimiento que posee el nombre de danza posee una cualidad propiamente musical, como la música de danza tiene una cualidad motriz. Una misma vida anima la música percibida por el oído y aquella por la cual el cuerpo se hace el instrumento sensible y silencioso." Aspects et problèmes de la Danse traditionnelle"

Socièté Etnographique Française

En Aragón hay un gran movimiento dentro de la música popular, pero en general la danza no le alcanza ni de lejos. Actualmente surgen multitud de grupos musicales, la gente los conoce y valora cada día mejor, sin embargo no ocurre algo parecido con los grupos de danza, que, al contrario, casi están en permanente peligro de extinción. Esta constatación nos hace analizar algunos aspectos que diferencian la práctica y transmisión de la Danza y la Música de hoy. Por ejemplo hay variables como el sexo, que no restringe la actividad musical, y que en danza arrastra la herencia de una sociedad machista hasta nuestros días. Afortunadamente se va superando este inconveniente, pero todavía vemos las estadísticas desproporcionadas de niños y niñas que aprenden a bailar, con predominio absoluto del sexo femenino.

También la edad determina la práctica de la danza hasta unos límites muy estrictos, marcados por la movilidad articular y la salud general del individuo, ya que, salvo casos raros, la resistencia física decae progresivamente e impide estar en danza hasta una edad avanzada.La música permite mucho más juego respecto a esta variable, y podemos afirmar que cuanto más mayor es un músico tiene más experiencia y sabrá interpretarla mejor.

Las manifestaciones de ambas también difieren, y los medios de comunicación actuales lo evidencian claramente: generalmente la danza es una mera comparsa en los videos musicales, y los mismos movimientos ilustran los temas de diferentes grupos. El antropólogo italiano Elio Satti estudia unos 100 casos de video-clips musicales, tras lo cual destaca que:

1.- toda la autonomía creativa de la danza es negada, y solo sirve como soporte ilustrativo en la mayoría de los casos. Está mediatizada.

2.- no aporta un sentido en si, un sentido incorporado por una sociedad, sino que es vehículo de transporte de un sentido efímero y definido virtualmente.El movimiento está creado artificialmente y desconectado de lo vivido.

Respecto al a 1ª hipótesis, diremos que el estereotipo de movimiento está más acorde con la estética de la moda imperante que con la raíz cultural del pueblo. Por el contrario, el flamenco nos trae una visión de la danza que no sigue precisamente la pauta marcada por la música, sino que se le impone y pretende dominarla; así encontramos las llamadas del bailador para pedir una determinada resolución musical. Citaremos al Farruquito, jovencísimo bailador enraizado desde generaciones en la más pura tradición flamenca, y que afirma cómo hay que mandar bailando. Este hecho esta confirmado en otras danzas, sobre todo en las de carácter.

En relación con la 2ª hipótesis, vemos que bailar ya no es referente de una persona activa que participa y crea una cultura, ya que en todo caso imita gestos de un modelo manipulado comercialmente: sponsors de marcas de ropa, de tabaco, de refrescos, etc...Por lo tanto el cuerpo es el recipiente pasivo de una cultura a menudo ajena, y se utiliza para representar una copia ilusoria del modelo. Termina siendo manipulado comercialmente. La danza se somete pues, a un fenómeno de mimesis que nos enajena. Wlad Godzich escribe en "Souvenirs, Souvenirs! Memorias de un no-rockero": La acción del cuerpo no tiene nada que hacer con cualquier proceso semiótico de síntesis o de reconocimiento ...; es un proceso material en el cual el cuerpo marca su relación múltiple con su ambiente" (Las culturas del rock. Puig, Luis y Jenaro Talens, eds. Valencia, España: Pre-Textos. Fundación Bancaja, 1999. p. 114). Podemos resumir el proceso diciendo que se baila a partir de la música que viene impuesta desde arriba (casas discográficas, modas, etc...), en lugar de danzar la música desde abajo, de la tierra. En esa línea destacamos un cartel de la campaña de promoción La magia de Huesca que bajo el slogan ¿Irse de discotecas a Nueva York? presentaba un paloteao. Un acierto.

Quisiéramos destacar algún aspecto positivo del proceso, ya que genera unas señas de identidad propias que sirven para cohesionar un determinado grupo. Los que bailan así tienen tal o cual estilo ( por ejemplo, Spice Girls o Back Street Boys), mientras que los que se mueven asá son de otra tribu (Madonna o Prince = The Artist). Pero la pertenencia a un grupo se sitúa más allá del umbral de la realidad cultural propia. Esto engendra un conflicto cada vez que se confronta con lo cotidiano, desfase que con frecuencia se vive difícilmente en la familia y en el aula. Esta relación conflictiva está casi siempre abierta.Citaremos al grupo zaragozano "Violadores del verso", que hacen un rap radical, y que recientemente se han suavizado un poco ( ya visten con una marca que les patrocina); y declaraban a finales del 99 en una entrevista:"¡Qué importa el mundo!, ¡Lo único que importa es el sábado!". Valga la expresión para mostrar a qué punto en el encuentro con los miembros de la tribu da sentido a la existencia. Entonces ésta toma cuerpo y tiene entidad propia. Mientras el resto de la semana uno se defiende como puede de otras tribus, puesto que se da una continua confrontación entre los propios modelos de referencia y los ajenos.

Consideremos la Danza como un elemento o subsistema que reformula el sistema cultural. Con ese enfoque el cuerpo se respeta como el terreno para experimentar, y no es el objeto de la experiencia. [Por ejemplo, en un terreno podemos construir o cultivar, mientras que de un objeto nos cansamos antes o después, guardándolo en un altillo / vitrina.] Lamentablemente, deducimos que la danza ha perdido su función propiamente expresiva, con las consecuencias que implica semejante pérdida.

Por todo lo expuesto es muy importante subrayar las aplicaciones de la danza popular en la educación, con más motivo en la era digit@l que nos envuelve. Hay trabajos en este sentido que desarrollan una labor muy eficaz en algunas comunidades, y que permiten conectar a los niños con la cultura popular de la que estaban prácticamente desenganchados. La fórmula de talleres proporciona a los chicos una experiencia privilegiada, y que trasciende el marco puramente educativo para adquirir una dimensión socio-cultural muy enriquecedora. En la actual crisis de la danza, creo que debemos pasar por recuperar la función social que tiene por naturaleza.

Pero en el aquí y ahora: ¿qué y quiénes mueven a los jóvenes a bailar?... Son los disc-jokeys los que verdaderamente imponen gustos y corrientes; hay una gran fascinación por estas figuras, que dan lugar a tendencias, clubs y que incluso llegan a tener sus propios sellos discográficos. Algunos manejan dos simultáneamente, estrategia comercial que les permite hacerse la competencia a sí mismos y cubrir más cuota de mercado. En parte ocupan el puesto del músico, y hacen refritos personales de interés en base a composiciones ajenas. Los estilos y etiquetas se multiplican cada día, y dan lugar a diccionarios específicos. Son líderes de opinión que marcan pautas, y ponen en danza en una sola sesión más gente que toda la que podemos movilizar en los cursos gratuitos de divulgación de danza popular aragonesa que ofrecemos desde el grupo Somerondón durante años.

En un excelente artículo sobre la música rave, Simon Reynolds escribe que "el rave es una especie de fase de acostumbramiento a la realidad virtual. Adapta el sistema nervioso, acelerando el aparato perceptivo, haciendo evolucionar la subjetividad post-humana que necesita y que engendra la tecnología digital" (Las culturas del rock. op. cit. p. 45).

La cultura del dance

Si nos permitimos la licencia de hacer una analogía entre el dance aragonés y la danza actual, vemos la figura del mayordomo y la del M.C., abreviatura que corresponde a maestro de ceremonias. En el diccionario de Luis Lles se define como el presentador y animador de una velada. No se separa del micro, presenta a los dj's y hace que el público reaccione. En el mundo del hip hop, un MC es un rapper.Este tiene en común con el mayordomo la organización de la fiesta y de la danza. Posteriormente esta función la desempeñan las cofradías que piden permiso al patrón del lugar y / o al alcalde para empezar la fiesta. Por otra parte, remarcamos la función del mayoral del dance, que tiene un compromiso de crítica social, componente también muy importante en la mayoría de los textos hablados en el rap. En el dance se espera con interés el recitado del mayoral, poniendo al día a la tribu con gracia y buen humor de los acontecimientos del momento: dicterios o motadas a los danzantes en la plaza (a veces a cargo del rabadán). Tal y como puede hacer el M.C. presentando temas o grupos en la sala de conciertos o en la discoteca . Si seguimos la pista encontramos los primeros raperos en los presentadores de las grandes figuras del soul, típico charlatán que enumeraba las alabanzas del músico. Ambos se pueden remontar hasta la tradición oral en algunas figuras como los juglares y trovadores medievales, la del gracioso del teatro renacentista, los antiguos bardos, los griots africanos y otros "cuentacuentos", que sin duda nos entroncarían con distintos rituales fundiendo música y danza, palabra y gesto.

Visto lo anterior, creo que se presentan dos riesgos principales en la situación actual:

1.- el de recrear una Arcadia pseudo-burguesa en la que aparecen el gaitero y la pastora al estilo New Age, Música étnica, World Music o etiquetas al uso. Opción seguramente destinada a la vitrina.

2.- integrar lo popular en el mecanismo comercial de consumo. En ese caso estamos alimentando una maquinaria destructiva de lo propio, ya que sabemos que las reglas de ese juego están en función del tiempo, y una vez pasada la fiebre de moda se sustituirá por otra más rentable. A lo sumo se volverá al cabo del tiempo a un Revival etnomusical.

El cantante de Jarabe de Palo comentaba en uno de los programas de TV (7º de Caballería), que durante mucho tiempo hemos escuchado los textos de Bob Marley, Eric Clapton o de los Beatles entre otros sin saber qué significaban, pero sintiendo el feeling del artista. Así que, ¿por qué no va ahora a escucharse la música latina por todo el planeta aunque los anglosajones no la entiendan?. En su entrevista valoraba el cauce abierto por grandes estrellas latinas como Ricky Martín, o Julio Iglesias, por ejemplo, hueco por el que otros músicos van a darse a conocer si lo saben aprovechar. Si el objetivo es colonizar y vender productos, se puede estar de acuerdo con los comerciantes, pero si buscamos otros objetivos, ¿podremos discernir lo que hay de verdaderamente propio en lo que nos presentan?. La confusión está servida especialmente entre los adolescentes, cuya imagen del cuerpo necesita con frecuencia modelos a quienes imitar.Es un juego peligroso, en el que, por ejemplo, el Ducados Latin Music o el Marlboro Dance Tour sacan su provecho hasta que cambian de estrategia. Las llamadas Parade se ponen en pie gracias a un entramado de patrocinadores y multinacionales con el negocio bien atado. Además saben manipular y sacar partido de los movimientos sociales integrando la protesta y lo alternativo en la rueda del consumo más crudo y duro, descafeinándolas."La escena dance consigue divertirnos, interesar a veces, pero ya no aporta nada nuevo". Ricard Robles, Director de Músicas Avanzadas y Arte Multimedia Sónar.El Periódico de Aragón

El consumo de símbolos y su hibridación constante no garantiza la conservación, sino que acelera la pérdida de la identidad cultural. Desde luego, el mundo evoluciona, y el dance necesita conservarse pero también adaptarse para no sucumbir a la crisis de las especies en peligro de extinción. Citamos a Stravinsky, gran conocedor de la música popular, cuando nos recomienda hacer fructificar nuestro patrimonio, lo que no significa necesariamente explotarlo en el plano comercial. "Una tradición verdadera no es el testimonio de un pasado muerto, es una fuerza viviente que anima e informa el presente./.../ Aparece como un bien familiar, una herencia que se recibe con la condición de hacerla fructificar antes de transmitirla a su descendencia."(Igor Stravinsky, Poética Musical, ediciones Le Bon Plaisir; Paris 1952.)

Completando el panorama actual observamos un gran auge de los bailes de salón, que aportan aire fresco como alternativa a la culture dance. Especialistas hay que pueden hablarnos sobre sus estilos y orígenes; desde aquí valoramos su dimensión participativa, su rica coordinación motriz y la escucha que requiere de la pareja, con exigencias técnicas a veces impresionantes. Pero parece que últimamente se orientan a la competición, pretendiendo que se incluyan en los juegos olímpicos como un deporte. Eso deriva el tema hacia un terreno que ya se aleja del nuestro (aunque la omnipresencia del deporte espectáculo lo ocupa todo e impide el libre desarrollo de muchos otros cauces interesantes).Por centrar el asunto en lo que nos concierne, es preciso subrayar el gusto con que los niños y los mayores aceptamos las propuestas de la música y danza populares, con la participación a la que da lugar.

En ese sentido destaca (entre otros) el trabajo desarrollado por Los Titiriteros de Binéfar a lo largo de estos últimos años; quienes por cierto han sido traducidos al inglés y cuentan en su discografía con una edición USA de sus temas bajo el subtítulo de Canciones populares de Aragón.Canten o bailen, no es posible enumerar a todos aquellos que -como dice Paco Bailo- hacen del pueblo su musa, te ponen a bailar con la vecina, a tararear sin darte cuenta una coplilla, nos pintan sonrisas y nos hacen mejores en el cada día. Lo verdaderamente popular, vamos...

Para terminar me gustaría comentar alguna experiencia personal:

- Una en Híjar (Teruel), bailando junto a un compañero, acompañados por los tambores del pueblo en el altar de la iglesia. Fue una danza sacra que se integró puntualmente en una antigua tradición celosamente guardada, y acogida unánimemente por ancianos y jóvenes.

-Y en otra línea quiero evocar algún pequeño baile divertido que, de vez en cuando, tiene lugar en el grupo de folclore Somerondón: son como ritos de iniciación profanos, en los que encontramos la función de reconocimiento de un nuevo miembro del grupo, y que son inventados recientemente. Cosas sencillas y actuales, como en cualquier peña o cuadrilla en las fiestas de un lugar cualquiera, hechas con buen humor.Creo, en consecuencia, que no solo hay que seguir rastros e investigar entre eruditos, sino que necesitamos observar en derredor nuestro con mirada y oído atentos. Disfrutando de lo que somos, participando y cultivando la herencia que transmitimos. Con todo ello, la danza evoluciona desde lo que fue pero sin anclarse en el pasado.

De esta forma tiene sentido y cumple con su función social, definiendo a cada pueblo.


José J. Pedrosa ; extracto de la jornada técnica que tuvo lugar en Conchel (Huesca) con objeto de preparar el libro Desarrollo de la música popular aragonesa en el siglo XX. Feria del Libro de Monzón.



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